domingo, 2 noviembre 2025

La madre, discípula y maestra en la oración

Papa Francisco

Desde pequeño, aprendí a rezar el Rosario como parte de mi herencia religiosa familiar de raíz italiana. Me acostumbré de tal forma a esa oración que la rezo hasta hoy. Durante mucho tiempo me fue posible rezar el Rosario completo todos los días.

Conversando con un sacerdote amigo, le dije esto: “Hasta que vine acá, prácticamente rezaba las tres coronas”, o sea, los tres grupos de misterios. “Acá no; suelo rezar sólo una corona. Más no me da el cuero, por cuestión de tiempo y todo lo demás. Pero siempre, todos los días, rezo el Rosario, y lo recomiendo a la gente”. Justifico esa devoción mía de una manera muy simple: “El Rosario me hace bien”.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Inicia sesión para desbloquearlo.

Reciente

Aprender a mirar… lentamente

Hemos recurrido muchas veces al mantra de “necesitar detenernos”....

“La humanidad está fallando”

Este verano, con un tono más que consternado, la...

Hay propuestas que no ves venir…

…Y tenemos que admitir que esta ha sido una...

Newsletter

spot_img

Otras historias

La Mujer y la Ciencia

“Me enseñaron que el camino del progreso no era...

Nos salvan cuatro cosas “de nada”

La pregunta por la salvación y la duda de...

Un mosaico de la Virgen en el cortijo Mitagalán

Hay una canción mariana que dice así: “Mientras recorres...

Vivir sin ruido

La contemplación tiene una capacidad inédita de transformación. El...

Resiliencia

Suelen achacarnos a los periodistas que nos pasamos de...
spot_img

Aprender a mirar… lentamente

Hemos recurrido muchas veces al mantra de “necesitar detenernos”. Normalmente todos asentimos, diciendo: así es. Pero lo hacemos corriendo. La vida es, en muchas...

“La humanidad está fallando”

Este verano, con un tono más que consternado, la presidenta de Cruz Roja Internacional, Mirjana Spoljaric Egge, decía en una entrevista: “La humanidad está...