No estamos acostumbrados a asistir a la derrota. La mayor parte de las ficciones que consumimos repiten un mismo esquema: una comunidad amenazada por un intruso destructor que finalmente es vencido y expulsado.
Historias conservadoras o no
Hay justicia poética, victoria de los nuestros y restablecimiento del orden. Incluso si se han perdido héroes en el camino (martirio mediante), el sistema funciona: el mundo está bien hecho y podemos dormir tranquilos. Son historias conservadoras que confirman el status quo, nanas literarias que nos adormecen.


