“Cuando trabajas sin apego a los resultados, sin protagonismo, dejando que fluya la vida a través de ti, sin interferir con tus juicios, ganas libertad y profundidad y descubres que no existe la culpa, sino la responsabilidad. También descubres que tu responsabilidad consiste en hacer todo lo que te sea posible, con la convicción de que los resultados no dependen solo de ti: existen circunstancias que no controlas, y, por tanto, no eres responsable ni del éxito ni del fracaso.
Gracias querido doctor Enric Benito por ponernos los puntos sobre las íes, por deshinchar el ego y por llamarnos a una mirada más comprensiva y liberadora de la realidad. Ni somos el factor único de nuestra realidad ni tampoco quiere decir que no valga nada nuestra palabra y nuestras acciones. Todo tiene su medida y su peso. Por eso la parábola de los talentos nos recuerda que de los tres siervos: “a cada cuál le dio según su capacidad”. Y más tarde también nos dice: “Bien, siervo bueno y fiel, como has sido fiel en lo poco te pondré al frente de lo mucho”. Importa la fidelidad a lo pequeño, a lo cotidiano, ahí se gesta todo lo grande que pueda venir.


