En nuestra humilde eucaristía, es el Padre del cielo el que todo nos lo ofrece dándonos a su Unigénito, es el Padre del cielo el que nos ofrece el sacramento de su amor sin medida…
En nuestra humilde eucaristía, es el Espíritu de Dios el que nos abre los ojos para que creamos la palabra de Dios, para que creyendo veamos las obras de Dios, para que viendo agradezcamos, bendigamos, amemos al que es para nosotros el bien, el todo bien, el sumo bien… al que es para nosotros nuestra paz…