viernes, 25 abril 2025

Estar en el mundo sin ser del mundo

Miguel Ángel Moreno

Primero fueron ese espacio de experimentación en el que entrábamos como exploradores y vivíamos la sensación de participar en una comunidad virtual vibrante, única y optimista que hacía del mundo un lugar más pequeño. Después se convirtieron en la gran esperanza de las democracias, el espacio donde todos se podían expresar incluso en aquellos lugares donde hacerlo estaba penado con la cárcel, y fueron el soporte de aquellas revoluciones con nombre primaveral que acabaron agostadas antes de tiempo.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Inicia sesión para desbloquearlo.

Categorías

Reciente

El derecho a la intimidad personal y familiar

Aún siendo este un derecho fundamental y lejos de...

Tu sabes que te quiero

Hay un personaje, condenado por el pueblo cristiano al...

El laberinto digital en que vivimos

Pertenezco a la generación obligada a adaptarse con rapidez...

La sonrisa de Raúl

Cuando acudimos a visitar en el hospital a Raúl,...

Newsletter

spot_img

Otras historias

¿Tiene San Pablo doble personalidad?

Después del precioso Himno al amor de 1 Corintios...

No tienen vino

Desde hace unos meses, los habitantes de Madrid nos...

Acoso escolar: el papel de la educación y la familia

“La gente que se ama a sí misma no...

Las bodas de Caná y la conversación con María

La actitud de María en Caná marca bien un...
spot_img

El derecho a la intimidad personal y familiar

Aún siendo este un derecho fundamental y lejos de caer en un análisis legalista, traigo aquí una reflexión sobre la conciencia y la determinación...

Tu sabes que te quiero

Hay un personaje, condenado por el pueblo cristiano al fuego eterno del infierno, llamado Judas. De mala fama y peores hechos, nos puede ayudar...

El laberinto digital en que vivimos

Pertenezco a la generación obligada a adaptarse con rapidez a la tecnología de la información: internet, telefonía móvil y ahora la inteligencia artificial que...